lunes, 11 de abril de 2011

La consulta soberanista de Barcelona registra una participación del 18,14%

Hace tiempo que no añado entradas en este blog, a pesar de que cada día la prensa trae ejemplos de engaño al lector partiendo de una verdad. Hoy ya no puedo aguantar más con la manipulación que están haciendo de la campaña propagandística independentista de un grupo de personas minoritario, pero que siente un profundo desprecio ante sus convecinos sin pedigrí catalán.
La manipulación más grosera es dar como válidas cifras de unos actos realizados sin rigor estadístico.  A eso se le añaden las declaraciones de personajes que sienten un profundo desprecio por las reglas de la democracia como son Artur Más y compañía o incluso que se burlan de ellas como Alfred Bosch. Esta propaganda sería democráticamente legítima si no se pretendiera representativa, ya que no ha sido democrática en su concepción ni en su desarrollo: ha sido una burla a los modos democráticos que ha imitado formalmente: ponerse un grupito de niñatos a la  puerta de un CEIP con un cartel que decía "Colegio electoral" y pedir los votos a los transeuntes como si vendieran papeletas para la rifa de fin de curso.
Como ejemplo tenemos el titular de  EL PAÍS:

La consulta soberanista de Barcelona registra una participación del 18,14 %

¿De dónde saca esa cifra? ¿Se ha hecho una encuesta con criterios fiables? ¿Quién la ha hecho?

Más adelante recoge declaraciones tan "objetivas" como:
"ha sido suficientemente elevada como para "tomar nota", admitir que la ciudadanía "va dos pasos por delante" y anunciar que CiU "hará bandera del derecho a decidir". "Lo ocurrido es una lección para todos aquellos que ridiculizaban la consulta, o que incluso la han intentado evitar, porque esto es imparable", (Jordi Pujol) Señor Pujol, la consulta es ridícula por sí sola, sobre todo porque está basada en el engaño y la manipulación.
La perla corre a cargo del periodista que recoge la siguiente declaración "Hay una conclusión inevitable, y es que Barcelona ha votado a favor de la independencia de Cataluña", aseguró anoche Alfred Bosch, portavoz de Barcelona Decideix, entidad promotora de la votación."
Y ya riza el rizo cuando califica de "Barcelona Decideix (Barcelona Decide) organizó con esmero su logística para no caer en los errores de otras votaciones idénticas" a las tácticas fascistoides de los organizadores para encauzar la votación.
Todo esto en un diario de Madrid como es EL PAÍS, ¿se piensa que por hacerles la pelota, los pijos de Barcelona lo van a despreciar menos? Está muy equivocado, lo que ocurrirá es que la gente que estábamos en su honda idelógica le demos de lado.
Todo lo anterior son mentiras burdas que se descubren sin problemas reflexionando un poco, pero donde está el "engaño con la verdad" es cuando el periodista informa de que la consulta no tiene "validez legal", efecivamente, no tiene validez legal, ni político, ni estadístico, ni siquiera moral. Es un acto de propaganda, legítimo en sí mismo, si no se pretendiera representativo, como ya he dicho más arriba.

Ya no pongo la cobertura de EL PERIÓDICO porque es repugnante y provocadora, destinada a fomentar el odio entre catalanes.